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Cocina y sexo, muy unidos por el placer

Juan Astete

 

Morder, chupar o comer son términos que nos evocan a la conexión entre comida y la complacencia sexual. Por ello, la gastrosexología trata de explicar los mecanismos de excitación que subyacen en el placer de comer o cocinar para un comensal. Surge de la fusión de la psicología, la sexología y la cocina. La gastronomía erótica ofrece unos efectos mágicos y una comida placentera, pudiendo ser el preliminar de una noche perfecta, con una buena combinación de texturas y sabores.

 

Las culturas griegas y romanas tomaban frutos maduros antes de gozar de los placeres sensuales. Casanova compartía ostras con sus amantes para levantarles el apetito sexual y hoy en día también se dice que una comida deliciosa es la forma más rápida “para llegar al corazón” de un hombre o una mujer. El poder afrodisíaco de los alimentos es tan conocido como el de la diosa romana de la cual procede su nombre.

 

Aunque no hay que creer en los afrodisíacos en sí mismos. No hay mejor relación que la existente entre la comida y el sexo. El estudio de las virtudes estimulantes de algunos alimentos ha estado presente a lo largo de la historia, junto con sus mitos y leyendas.

Las culturas griegas y romanas tomaban frutos maduros antes de gozar de los placeres sensuales

La cocina erótica estimula la libido, revive las funciones sexuales y mejora la capacidad del sexo con la pareja. Un alimento que estimule la libido podría ser cualquier manjar natural, fresco, sano y atractivo a la vista, al olfato y, por supuesto, al gusto, aunque todo esto no signifique que sus efectos

hayan de ser iguales para todos. Sin mucho misterio, el mejor afrodisíaco es el amor a la comida y a la persona, siempre bien condimentado con imaginación y mucho sentido del humor. 

La mayoría de afrodisíacos alimentarios son inofensivos, surten efecto porque se cree en su poder. El ají y las especias picantes gozan en algunas regiones del mundo de una reputación como afrodisíacos, porque aumentan la temperatura corporal, aceleran las pulsaciones y sonrojan la piel; al chocolate, por su parte, se ha demostrado que contiene una sustancia llamada feniletilamina, que también produce cada persona en su organismo de forma natural cuando se siente enamorada; las ostras se asimilan con los genitales femeninos, de la misma manera que un banano o un melocotón al masculino.

 

El Kama Sutra admite la leche y la miel como fuente de fuerza y energía. Los textos eróticos árabes enfatizan el valor de los perfumes, fragancias y cosméticos para aumentar el placer sexual. En la Europa de la época de los sajones, las plantas de apariencia fálica como zanahorias y espárragos, ganaron reputación de afrodisíacos; la inicial escasez y alto costo de los tomates y las papas en Europa, luego de ‘descubrir’ el Nuevo Mundo, contribuyó a la temprana creencia en sus propiedades afrodisíacas. Desde entonces, cada vez que se descubre un nuevo alimento, se le atribuyen efectos sobre el deseo.

Desde el punto de vista científico, cada día se identifican mejor los patrones alimentarios asociados a la salud. Por otro lado, se ha determinado la relación que existe entre la salud, estado de bienestar general y el sexo activo y placentero. Se sabe que los hombres y mujeres sanos están en mejores condiciones de disfrutar de sus vidas sexuales y más capacitados para dar y recibir placer. 

 

El Cuerpo, el mejor afrodisíaco

 

Eróticos o afrodisíacos también son un olor apacible, un perfume o la transpiración de una persona que producen estímulos olfatorios. El alcohol, que también es un excitante del efecto

nervioso, aumenta el deseo sexual a dosis bajas, pero en dosis altas deprime el sistema nervioso, produciendo el efecto inverso. Pero el mejor afrodisíaco es la imaginación, este es el gran componente que se debe estimular en un festín sexual.

 

El cuerpo desnudo es el plato en el que se sirve la comida para los dos, de ahí en adelante solo sigue verter miel en el ombligo, exprimir una naranja en la piel, pasar un cubito de hielo por las zonas erógenas, quitar el chocolate líquido del cuello... Los afrodisíacos son el aperitivo, el cuerpo es el plato principal.

 

 

 

 

 

 

Vía: ABC, Diario Montanes

 

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